Algunos chicos hacen amigos muy fácilmente, siempre saben qué decir y en qué momento decirlo, sea cual fuere el grupo en el que se hallen inmersos. Otros en cambio son más tímidos, les cuesta romper el hielo y hay que ayudarlos a salir de esa posición para que no se convierta en la dinámica en la que van a pasar el año escolar o un ciclo completo de su escolarización.
Esa falta de integración que vemos en algunos niños ocurre en diversas situaciones, puede pasar al comienzo de la escolarización cuando un cambio de grupo los lleva a un ambiente totalmente nuevo o ante un cambio de escuela más adelante, pero también se da en niños cuya situación se prolongó por inercia o porque nadie detectó el problema a tiempo.
En todo la situación es la misma y nuestro compromiso debe ser el de integrar a esos niños para que su paso por la escuela sea una experiencia agradable.
El desafío, entonces, es lograr la integración operando sobre la confianza de los niños tímidos pero sin presionarlos, a la vez que promoviendo interacciones con sus pares que quiebre el statu quo.
Tres viejos trucos
1) Preguntar sabiendo el resultado
Una forma que tienen los docentes de lograr que los niños ganen confianza, si los conocen, es hacerlos participar en clase abordando temas en los que esos niños tienen conocimiento.
Esto hace que los pequeños ganen confianza con relación al grupo y los impulse a ser más confiados en las relaciones personales.
2) Formación estratégica de grupos de trabajo
Esto es muy simple. Pasados los primeros días, y luego de conocer a todos los niños y el lugar que ocupan dentro del aula, se pueden formar equipos para algunos trabajos escolares que respondan a una estrategia de mezclarlos e incluso darles roles dentro del trabajo. Es una manera de fomentar relaciones que no se están dando bajo la supervisión del docente.
En los grupos reducidos las dinámicas suelen cambiar y los chicos tímidos se sienten más cómodos para interactuar.
3) Juegos
Una forma clásica de integrarlos es generar juegos para que se conozcan. Los chicos se integran fácilmente cuando se les propone una actividad lúdica.
Existen varios juegos que uno puede proponer para que niños que no se tratan habitualmente comiencen a hablarse. Por ejemplo, se les puede dar un tema “las vacaciones”, “tu Deporte/juego favorito”, “tu animal favorito” y hacer en grupos de dos o tres.
En ese grupo uno será el entrevistador y otro el entrevistado para que haya un debate al final de la clase.
También se puede preparar un juego de preguntas y respuesta por grupo. Usando grupos reducidos para motivarlos a interactuar.
Existen por supuesto otras estrategias, pero desde San Gregorio el Iluminador queríamos compartir brevemente cosas que podemos hacer para que todos los niños del aula se integren en las actividades y tengan una escolarización exitosa tanto en lo académico como en lo social.
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