Muchas veces tendemos a pensar la vida académica de nuestros hijos separando las distintas materias en dos grandes núcleos, uno de los cuales creemos imprescindible, por considerarlo esencial para la vida futura de los niños -matemáticas, prácticas del lenguaje, ciencias sociales, ciencias naturales- y otro no tan importante en nuestro imaginario, en el que colocamos a las materias artísticas como música, plástica y tecnología. Creemos que juegan un papel menor y que en todo caso hasta podrían no tener un lugar en la currícula.
Si bien cualquier forma de arte no necesita más razón de ser que la vocación y el interés que cada uno de nosotros le dedique, hay una serie de habilidades relacionadas a las artes que queremos compartir con Uds.
Hoy queremos contarles porqué es tan importante que nuestros hijos tengan materias de arte en la escuela y porqué desde nuestro propio hogar debemos promover e invertir tiempo en crear esos conocimientos y habilidades.
A la par que transcurre la currícula escolar, nuestros niños van adquiriendo habilidades crecientes que tienen que poner en juego, habilidades sobre las que no hay una evaluación con nota que vaya al boletín. Muchas veces en casa nos pasan desapercibidas, pero en realidad son cruciales para todo el resto de la adquisición del conocimiento.
La educación musical, por ejemplo, se relaciona al desarrollo cerebral de las áreas del lenguaje y el razonamiento lógico. A su vez, los niños y niñas que estudian música ejercitan constantemente la memoria ganando habilidades de concentración y memorización que son las que hacen de los estudiantes de música buenos estudiantes de otras materias.
Tanto la ejecución de un instrumento, como la realización de una obra plástica u otro tipo de manualidades entrenan la coordinación y la motricidad fina. Las artes plásticas y el armado de cualquier pieza implican entrenarse en la abstracción para luego ejecutar una obra.
El dibujo da la idea de perspectiva, otra habilidad que debe entrenarse y que es muy necesaria para quienes de adultos intervienen en la proyección y diseño, ya sea que se diseñe un tornillo o un edificio, el primer entrenamiento para abstraer esas formas y poder planificarlas en una escala distinta comienza en las clases de artes.
Por último y muy importante, la música y las artes plásticas despiertan la curiosidad y la creatividad, dos condiciones fundamentales para el conocimiento científico, pero también nos sumergen en nuestra propia cultura, nos hacen conocer nuestras raíces y comprender el lugar y la comunidad en la que hemos nacido, sentirnos parte de algo más grande, preocuparnos por el grupo más amplio, una condición esencial para la creación de un buen ciudadano y una buena persona.
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